Total
igual se va a morir de cáncer,
escupió entre sus dientes.
Para el doctor Romero
del hospital Higueras
era un diagnóstico,
para mí fue una sentencia
y con sentencia respondí:
Antes de estar prostrada
yo vengo y lo mato.
El sistema público de la medicina es así
los médicos son dioses y
los pacientes
feligreses.
Exámenes y horas
son manda para sanidad.
Él me dijo:
que el
cáncer me mataba.
No le entregué un examen
no sabía
que existía
no sabía
dónde pedirlo
pero igual dijo
que el
cáncer me mataba.
¿A cuántas mujeres les hizo lo mismo?
Le respondí con la misma moneda
esta pistola en mi mano
era el cáncer para él.
¿Se arrepintió?
Cuando me dieron el alta
dijo con sonrisa cínica:
¿Ve que
no era tan grave?, usted se salvó,
el cáncer
al útero es cosa seria.
Sí doctor, ambos nos salvamos.
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