TALLERES

viernes, 17 de agosto de 2007

Un poema del poeta Alfredo Lavergne


Talcahuano

Sus habitantes ya fueron a la montaña, al cielo tronador
y en sus comparsas arrastran vínculos de una cantata
desmoronada con el Castillo del Diablo.

En la línea del tren manifiestan ser anfitriones
de ciudades más grandes y de un Chile que los niega.

En las calles se facturan bultos de la coincidencia
y se permiten con una palabra clave la magia idónea.

Los poetas venden libros en la esquina de la farmacia
Sus humildes viven para ser hacia la lluvia lo que amamos
Sus manchas son condenas por sí es al eucalipto
y sus puertas se inclinan a guijarros enmohecidos.

En su geografía
el Sur es una experiencia sensorial
y el Norte protagonista de infidelidad.

Si lo recuerdas o encuentras Talcahuano se ofrece
en el momento de la pausa y el hágase la luz.

No hay comentarios: