LA POESÍA
DE INGRID ODGERS
Por Mª Cristina Ogalde - directora-editora de ediciones La silla
La poeta Ingrid Odgers a través de sus versos en Memoria de un juego, consulta, cuestiona, interroga, pero no queda inerte o estática ante el papel desnudo. La obsesión por la Palabra, expresada en el Canto I, “La búsqueda”, se instala férrea, inalterable en el poema “La fusión de los signos”. La mirada ausculta los acontecimientos, la rutina cotidiana, los objetos….”esa rutina hipnótica entre la lengua y el mundo”, no deja de “extender la mano hacia el cielo”, /develar la doble dimensión/anchura/longitud, perseguida en el /hechizo del silencio.
La creación ligada a la soledad, a la mirada, recuerdos y objetos, que se ensamblan en un sólido engranaje, unidos por el “hambre” del verso que fluye de un lenguaje reflexivo, intenso que no se detiene ante el “horror” del mundo sino se despliega, avanza en un acto de amor y se entrega con el mismo sentir, la misma intensidad. Parece “utopía”, dice la poeta, pero “las palabras orillan el silencio” y el yo lírico se siente “cazado” por la búsqueda de significantes que expresen “el resplandor” del Verbo, la Palabra, que es vida y sentido. Ingrid Odgers, asume el costo de su pasión: /perdí trabajo /estudios /dinero /… Ella avanza, deja crecer “el plan” que se libera en un destino no elegido o por la fuerza del azar. Ingrid no declina ante la utopía (Canto II), ni ante el costo. Es en el último canto, Canto III, del libro, titulado “Memoria”, que desplaza la mirada, como en un tablero de ajedrez, por los acontecimientos, objetos y rincones unida a las lecturas de Bolaño, Donoso, Perec, Sábato, donde asume su vocación….”dispensar la memoria es nuestra vocación”, /un museo íntimo que sume sus caderas en el drama/, /en la patología de escudriñar rincones/ La autora se reconoce en /un corazón que se confronta con la historia/. Nos dice: “la soledad y el recuerdo es el único teatro” donde la Palabra alza sus alas. Es en este teatro y este tablero donde la encontramos, prodigando su poesía desde el umbral de la incertidumbre, los pasillos de la angustia y la certeza de su vocación. En “Memoria de un juego”, la poeta Ingrid Odgers abre sus alas con vigor y resolución en el apasionado, multiforme y múltiple estadio de la creación poética.
Para el lector puede reflejar sus propias realidades porque los versos han captado del “maremagnum” el dolor, la angustia, la frustración, la ira, el amor y el desamor, el desempleo, el consumismo, el cosismo, y todos los “ismos” que dañan nuestra sociedad. Estos poemas delicadamente escritos en brillantes metáforas, anáforas, recursos estilísticos, dejados de disonancias, corresponden a un lenguaje poético propio de aquel que ha hecho de la literatura y más aún de la poesía su “torre de fortaleza”.
María Cristina Ogalde
Directora-editora Ediciones La silla -Región del BíoBío- Chile
NOTA BIO-BIBLIOGRAFICA Ingrid Odgers Toloza
Ingrid Odgers Toloza nació en Concepción, en 1955. Estudia en el Liceo de Niñas y en
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